miércoles, 24 de agosto de 2011

Blog Day 2011

Había cambiado de planes otra vez. Aquel luminoso viernes me dio tanta flojera de asistir a la ceremonia de la premiación de los 20 blogs peruanos, una porque desafortunadamente, para no decir injustamente (el lector se dará cuenta de cuan picón que soy) , no clasifiqué a la final de la categoría en la que concursaba (personal, en vez de literatura como debió ser) y otra porque no tenía con quien ir al after party. Supuestamente los que me iban a acompañar solo iban a ir a la ceremonia mas no a la fiesta, pero no fue así. Me conecto al facebook chat y dialogo con Zeila, invento excusas para no asistir, ya que había quedado con ella para ir. Analicé la situación, dejé de pensar solo en mí y pensé en los demás. No podía hacerle eso. Confirmo mi asistencia y llamo a Blind -también había quedado con él- para irnos a dicho evento. Y lo que sigue a continuación es la típica rutina de salir: me baño, me cambio, almuerzo, me pongo gel, me visto con la casaca que me habían traído de EEUU, me hecho perfume y por último saco dinero y mis documentos. Las demás cosas que pasaron luego no merecen ser contadas, no quiero aburrirlos, mis cultos lectores.
      En el microbús conversaba con Blind acerca de anécdotas, al mismo tiempo escuchábamos un poco de electrónica y mirábamos las calles sin gracia. Cuando llegamos al Auditorio de la Fundación Telefónica vislumbramos, desde lejos, pocas personas fuera de dicho lugar. Aun era temprano, así que fuimos en busca de algunos cigarrillos. La anciana que me atendió, me atendió con tal hostilidad que al momento de entregarme el vuelto, tiró las dos monedas de un sol cada uno a la vitrina. Estoy seguro que un poco más y me decía: “Chibolo concha tu madre para qué chucha me compras”. Regresamos y encontramos una pequeña cola, continuamos el orden e inspeccionábamos a las demás personas. Atrás de nosotros se ubicaron unos otakus sin vida y empezaron a hablar incoherencias -para los que no saben que significa otakus averígüenlo en internet, disculpen, son cosas que carecen de sentido. Zeila me llama y me dice que se encuentra al último de la fila. El momento de entrar fue calamitoso, había una puerta como las del aeropuerto, donde uno pasa y si tiene algo de metal, hay un censor que suena. Tuve que pasar tres veces, sacarme la casaca y el celular, todo para, al final, mostrar mi correa punkeke. Entrego mi DNI y lo pasan en una luz roja, acto seguido me dan un sticker. Blind pasa y es interrumpido por una alta señorita vestida de blanco, ésta le hace preguntas. “Hola Andrés”, le dice mirando el sticker que decía su nombre. “Hola”, responde. “¿Cuál es tu blog?, dijo. “No tengo blog, yo vine a acompañar a mi pata que tiene su blog LA MENTE MAESTRA”, añadió mi estimado amigo señalándome. Luego de pronunciar aquellas palabras la cámara me enfoca. Escogimos un apropiado lugar donde sentarnos y esperamos que comience dicho evento.
      La ceremonia comenzó con las palabras de un español promocionando un nuevo proyecto. Luego fue el estreno del video publicitario del evento. Me palteé al verme haciendo cojudeces en dicho spot, la gente se vacilaba, salió magnífico. Después pasaron videos acerca de los mejores bloggeros, aquellos que marcaron historia. Y por último la premiación según categorías: parecía la entrega del óscar, muy bien organizado. Anhelé recibir el premio y el diploma y el premio adicional y tomarme foto con la anfitriona y los entregadores de premio y mencionar algunas palabras de agradecimiento. Como presentador estuvo Henry Spencer, como premiadores de premio estuvieron, entre los más conocidos, la popular “Lava pie” Sasieta (Ex – congresista), la escritora del comercio y del blog “Busco novio”, entre otros. Una vez finalizada la ceremonia fuimos a comer algunos bocaditos y tomar una copa de Pisco Sour. Me tomé foto con unos sujetos que tenían la máscara de ANONYMUS. Pedimos nuestras respectivas pulseras para el after party y subimos al bus. Nos dejó en la puerta de la discoteca Glow. Describiré rápidamente el lugar: ambiente muy acogedor, tamaño preciso, excelente barra, buena música, chicas bonitas, trago por doquier, risas y alegría. Confieso que la idea era quedarnos un toque en la discoteca, pero al ver lo bien que la estábamos pasando, nos quedamos hasta la una y media. Zeila y yo comenzamos con un vodka; Blind, con un whisky. Luego pedimos muchas, demasiadas cervezas, de todas las marcas, la cosa era tener alcohol en el cuerpo. Era gratis, estábamos en la gloria. Muchos vinieron en grupos numerosos; en cambio nosotros éramos tres, luego se nos une un bloguero de Kpop y unos tíos de la Prensa, qué locura, ¡concha su madre! Uno de los tíos estaba tan borracho que hacía huevadas, hacía como si fuera cabro, jodía a las flacas que pasaban, discutía con los guardaespaldas, había perdido el control. Nos tomamos un par de fotos con Charlie Parra del Riego (gran guitarrista de la movida subterránea). Al final decidimos llevar al nuevo compañero (bloguero Kpop) a su casa, al verlo en tan malas condiciones. Posteriormente, dejamos a Zeila y continuamos conmigo, Blind fue el último en irse. ¡Qué noche!, sin duda, las cosas que no fueron planeadas salen increíbles.





PD1. El siguiente video fue el spot publicitario de los 20 blogs peruanos 2011, alucinen que fui parte de esa payasada, pero salió paja. Si no me sacan, soy el muchacho de casaca blanca con polo negro (min. 0:53 y 2:58)
PD2. Qué tal temblor csm. Fea huevada. Muchachos, hagan lo que tienen que hacer porque fácil la hora final se acerque muy pronto, suerte.

domingo, 14 de agosto de 2011

Final inevitable

Me encontraba sentado con mis amigos por la facultad de Ciencias Económicas, mientras Kevin hacía sus estúpidas bromas. Grupos de jóvenes con sonrisas resplandecientes pasaban por nuestro lado; los rostros parecían idénticos. Sin hacer mucha articulación saco mi celular del bolsillo, alguien me estaba llamando, el número era desconocido. Contesto. Se trataba de una chica que se hacía la misteriosa, no decía quién era. Al creer que era una broma de alguna orate, cuelgo y sigo conversando sin darle importancia. 

El profesor de filosofía seguía hablando temas aburridos; yo, miraba los dibujos que hacía Stefano y a la vez escuchaba las perradas que hablaba una chica que estaba sentada delante de mí. Mi celular, de nuevo, vibra. Observo y eran un par de mensajes de texto. “Nos conocimos en el cumple de tu prima, bailamos un toque pero me fui temprano”. El otro decía: “Si me quieres conocer, contesta o devuélveme la llamada, sino, no hagas nada y siempre nos preguntaremos que habría sido”. Qué tal misterio, empecé a recordar… 

Hacíamos cola para ingresar a la Calle 8 (una discoteca de mala muerte, concurrida por delincuentes, pirañas, putas y flows). Una muchacha vestida de polo blanco y jean azul me hace el habla, era amiga de mi prima. Todo concordaba, era ella, lo malo era que no me acordaba de su rostro. El reggaetón sonaba a todo volumen, las parejas bailaban desenfrenadamente, rompían la pista de baile; yo tomaba con mis primos un poco de cerveza con agua y sangría. Mi prima se acerca y me dice que saque a bailar a su amiga. Estaba sola. “Bailamos”, le dije en un fingido papel de seductor. La chica me coge del brazo y me lleva a un lugar donde había espacio, suficiente espacio para bailar. Me da la espalda, se acerca rosando nuestros cuerpos y se empieza a mover como una excavadora. Traté de seguirle el ritmo. Habremos bailado como cinco canciones seguidas, hasta que de repente, se fue, sin despedirse, sin decirme ni siquiera su nombre. 

Salgo del aula y decido llamarla. Mantuvimos una conversación amena, la verdad, no me acuerdo de lo que hablamos exactamente. Me dijo como se llamaba, su nombre era Maruja, feo nombre por cierto. Me dijo también que estudiaba odontología y estudiaba en el Británico. Le pedí su Messenger y prometí que seguiríamos estando en contacto. No me podía sacar de la mente que de repente era una fea de mierda y me iba a llevar una horrible sorpresa, entonces llamé a mi prima. Me dijo que era bonita y buena onda. No satisfecho o más bien dicho, no tan crédulo por aquella descripción, la busco por facebook, entro a su perfil, veo sus fotos, en muchas fotos salía muy descarada; a pesar de eso no me llamó la atención, no era de mis gustos o no era lo que yo buscaba. Me desilusioné. Pero pensé rápidamente, analicé la situación y llegué a la conclusión de no tomarla en serio, ni cagando iba ser mi enamorada, pero podía ser un agarre o algo más. 

Desde esa vez nunca volvimos a hablarnos por celular, nos manteníamos en contacto a través del Messenger o por mensajes de texto. Cada mañana recibía mensajes suyos, mensajes ridículos, como: “que tengas un buen día bebé” y cosas que no vienen al caso ser escritas. Me llegué a hartar de su obsesión y sus constantes acosos. Un día me preguntó qué había pasado entre nosotros y le dije lo que pensaba, no, no le dije lo que pensaba, le seguí el maldito juego y me dijo que estaba sola en casa, supuse que esa era la noche, me bañé y me fui a darle el encuentro. Estaba preparado supuestamente para todo, pero nunca me imaginé lo que iba pasar. 

Su casa quedaba en La Victoria, una zona un poco sabrosa, llegué en taxi para evitarme problemas. Bajé y cantando una canción de Chabelos en son de victoria me dirijo a su hogar. Me abre ella. Será por la emoción o no sé qué, pero no la vi tan fea. Oportunidades así no se presentan todos los días así que tenía que aprovecharla. Estaba vestida con un top negro y un minúsculo short deshilachado. Nos dirigimos a su cuarto, sin parlotear mucho, de frente al grano. Le dije que me espere un momento y me fui al baño. Cerré la puerta e hice un gesto de triunfo con los brazos. Me miré el rostro a través del espejo, sonreí y acaricié mi quijada. Llamé a mi prima para darle las gracias y contarle que estaba a instantes de la hora final. 

–¿Dante? –en el tono de su voz comprendí su tremenda tristeza. 
–Sí –dije– ¿Por qué estas así? 
–Maruja murió. 
–¿Es una broma? –dije– estoy en su casa ahora. 
–Habla bien. Murió una semana después de mi cumpleaños: el 5 de abril. 

Traté de recordar y sacar cuentas, la única vez que hablé con ella fue más o menos el 2 o 3 de abril. Desde el 5 me comuniqué con ella solo por Messenger y mensajes de texto. Recordé también que en su facebook sus amigos le escribían cosas como: “que en paz descanses” o “espero que estés en el cielo con tus seres queridos”. Abrí los ojos desorbitadamente. Pensaba que lo hacían de broma. Mi celular cae al piso y se abre, la batería se desplaza a una distancia considerable. Mis piernas empezaban a temblar y el sudor frío caía por mi rostro. Abro la puerta del baño y veo la cabeza de Maruja tirada en el piso. Grité como nunca lo había hecho. Salí de la casa y corrí sin rumbo, a toda velocidad, sin importar lo que pensarán de mí, con la única intención de escapar de aquella pesadilla. 

Buscando en google me enteré que ella murió en un accidente automovilístico, ella cruzaba la pista hablando por celular y un negligente conductor la atropella, salió disparada, llegó otro auto y la arroyó, sacándole la cabeza. Justo esa tarde hablaba conmigo…