miércoles, 26 de marzo de 2014

Superclub Closing Summer 2014

A pesar de haber estado más de tres meses en Estados Unidos, no tuve la oportunidad de ir a un rave aya. No cabe duda que en Perú, mi tierra querida, tenía que quitarme el clavo.

Eran las 2:35 pm y recién llegabamos al boulevard de Asia. "Putamadre, tenemos las entradas de club 2 -que nos permitia el ingreso hasta esa hora- ¿nos dejarán entrar?", nos preguntabamos mi hermano, su pata Nacho y yo. Tomamos un taxi que nos dejó cerca a la playa El Rosario, pagamos 15 lucas entre los tres. Desde la ventana del auto podíamos apreciar a la gente sentada, vestidos muy veraniegos y el colorido escenario. No eramos los únicos con el problema de las entradas, así que le preguntamos al de seguridad y nos mandó a la boleteria, el que atendía nos dijo que teníamos que hablar con el administrador de Loop que estaba a escasos metros de nosotros. Nacho habló con él y quedó en que íbamos a ingresar si pagamos la diferencia de la otra entrada (club 4:30), volvimos a la boleteria y el Nacho pago 60 soles por los tres, osea 20 por cada uno. Entramos. Al principio no había mucha gente. La música era muy chill out y pensamos que así iba a ser todo el día, vaya que nos equivocamos. Sacamos tres cervezas, Miller, para comenzar. Entre trago y trago todo mejoraba, entrabamos en ambiente. Más gente ingresaba, más pinches drogadictas de mierda hacían el ridículo y mostraban sus lujuriosos cuerpos. Subió Rodrigo Lozano a pinchar y no decepcionó, dejó su pastrulo deep house y le metió hartas bombas. En medio set llegó otro amigo de mi hermano, Arturo. El sol aun no se iba, sacamos mas chelas. Alcohol, puchos, buena música y variedad de género, flacas ricas, hartas vibras y un rico verano que se despedía hacía especial aquel día.

El tono se armó cuando subió Hector, ese brother fue un hijo de puta, la gente no dejaba de bailar. Rendido me fui a comprar hamburguesa a diez soles, un sucio pan con una carne sin papas. Había una chica de cabello morado, crespo, que tenía el peinadito frikie de Skrillex, cerca de nosotros, que no dejaba de bailar, en una de esas, un fotógrafo cual ninja capturó la imagen. Joris Voorn y Nic Fanciulli destrozaron cráneos con su techno intenso. Ya estaba cansado en esos momentos, solo bailaba en mi sitio; todo estaba super chilling hasta que vino una fémina de unos dieciocho-diecinueve años, vestida con un top blanco y un shorcito azul que empezó a bailarme de la nada, traté de seguirla pero no pude estar a su level, peor que me agarró frío (en fin, si lees esto aqui estoy :B ya sabes -risas-). El muchachón Nacho también tuvo algo anecdótico, dos flacuchas adictas pasaron por nuestro lado y al verlo bailando como un droguie le preguntaron si tenía MD, ayayay, está juventud, carajo. Cerca de las 11 nos fuimos al boulevard de Asia a seguirla a un antro llamado Nórdico, pero eso ya es otra historia, mis fieles lectores.