miércoles, 25 de junio de 2014

Loop Stage: Dimitri Vegas and Like Mike

A penas el taxi abandonaba La Molina, ya se podía apreciar a revendedores levantando tickets, mientras decían: “Vip y general pal tono”. El cielo permanecía gris aquella noche de junio. Las afueras del estadio Monumental lucían plagadas de gente ingiriendo alcohol, revendedores gritando como placeros y gente esperando a sus amigos. Era un ambiente totalmente diferente a los raves normales en Hebraica o en otros locales de siempre. Por cosas que carecen de sentido, mi hermano y yo cambiamos nuestras entradas vip por unas club, ya que su flaca no pudo comprar una vip y compró club de preventa. En el quilombo de la indecisión permanecimos afuera, rompiéndonos la cabeza para ponernos de acuerdo en qué hacer; mientras tanto, Rodrigo Lozano pinchaba el elegante tech house que ya nos tiene acostumbrados. Según me enteré por fuentes confiables, a la gente no le gustó para nada su performance y se aburrieron de él a los minutos de empezar el set. Era algo predecible porque la mayoría que fue a ese tono era su primer rave y mucho de ellos piensan que música electrónica es igual a decir EDM o electro comercial y no existe otro sub género. Pero bueno, considero que Lozano para warm up es recontra aceptable, lo he visto varias veces ya sea solo o tocando como Deaf Pillow y nunca ha defraudado.

A los minutos que escuchamos un sonidillo diferente, entramos. Estaba tocando Wolfpack, un duo EDM que mezclaba temas de DJ’s conocidos como Nervo, entre otros. En la cola, vi a un grupo de aproximadamente seis chibolos de entre quince y diecisiete años. Los gorilones los veían extrañados y les pidieron DNI. Ellos mostraron sus respectivos documentos, que de seguro eran falsificados. A raudos pasos nos acercamos al sector club. Ya había gente saltando como canguritos todo el fucking tiempo. Nadie bailaba, todos saltaban y saltaban. A pesar de eso, las vibras eran alucinantes. Los chibolos coreaban las canciones con un inglés super asqueroso, pero bueno, sabían la letra de algunos tracks, lo que era rescatable. Hasta hacían los cánticos mismo Tomorrowland, cuando vi eso dije: “mucho internet ven estos webelos”. Por otro lado, el set de Wolfpack no me gustó, no empalmaban las canciones y a veces se escuchaba un vacío recontra malazo; había mucha canción parecida, del mismo estilo. Aunque tuvieron algunos chispazos que la subían con una canción movida y BOOM, silencio. Lo peor de todo eran esos cojudos aullidos que metían en su set, ya me pinchaban las bolas con su huevada. Ya sabemos que son WOLFpack, pero no jodan.

La noche fue salvada cuando subió aquel dúo belga llamado Dimitri Vegas and Like Mike. Comenzaron su set con el intro de Smash the house. La gente gritaba como loca. Algunas flacas movían cosas fosforescentes, tomaban fotos, grababan; hasta empezó a oler a hierba. Lo que me encantó fue que metieron de todo, desde EDM y canciones recontra feeling hasta trap. Fue un locurón. Su música, a diferencia del dúo anterior, sí incitaba al baile. De las canciones que me puedo acordar, tocaron: Calvin Harris & Alesso vs SESA - Bring Control (Showtek Beijing Mashup), Calvin Harris & Ellie Goulding vs. DV&LM & GTA - Turn Your Love (Christopher Ramirez Edit), Major Lazer feat. Busy Signal & The Flexican & FS Green - Watch Out For This (Bumaye) (DV&LM Tomorrowland Remix), Coldplay - Paradise (Fedde Le Grand Remix), Wakanda, DV&LM, Tujamo & Felguk - Nova w/ Eat Sleep Rave Repeat (acapella), Kanye West feat. Big Sean & Pusha T & 2 Chainz - Mercy (Acappella), LMFAO feat. Natalia Kills - Champagne Showers (Acappella), Martin Garrix & Jay Hardway – Wizard, Swedish House Mafia vs Avicii - Don't Wake Me Up (mashup), Alesso vs. OneRepublic - If I Lose Myself (Alesso Remix), Kid Cudi feat. MGMT - Pursuit Of Happiness (Steve Aoki Remix), Dimitri Vegas, Martin Garrix, Like Mike – Tremor

En pleno set, el cielo cambió de color: el triste gris se mezcló con chispitas de rojo y azul, provocados por los fuegos artificiales. Otra cosa que debo añadir es que este dúo aparte de tocar un set potente y equilibrado a la vez, tienen un gran dominio del público, animaban al crowd a ser parte del show, a no dejar de saltar y bailar. Fue anecdótico cuando uno de ellos dejó de hablar en inglés y con un español recontra amexicanizado alentó al público a detenerse y cuando caiga el bajo (drop the bass), formar un pequeño pogo, en plena canción Tremor. Nunca me hubiera imaginado que aquel dúo de DJ’s haría suya aquella noche, realmente me sorprendieron. La entrada valió la pena. Me animaría a decir que si es que vuelven algún día, los vería de nuevo, sin pensarlo.


PD. Debo confesar que me perdí algunos detalles como cuando lanzaron vodka al público o cuando se tomaron foto ellos y Wolfpack en pleno set. Pero bueno, lo bailado nadie me lo quita. 
PD2. Si van a opinar háganlo sin insultar o sin pedirme cosas, yo nos soy el Chino Ruiz ni ningún representante de LOOP para que me estén increpando. Solo escribo por amor a la literatura y a la música. 

martes, 3 de junio de 2014

Designer Drugs en Lima, por segunda vez

Desde la ventana del taxi podía apreciar un número considerable de personas que estaban fuera de un local. Las chicas lucían atrevidos vestidos, ceñidos al cuerpo, con zapatos de tacones altos; otras tenían un look más relajado, medio hipster, con el cabello pintado de azul, verde o con peinados estrafalarios y sus infaltables lentes enormes, demasiado retro. Los muchachos eran más casuales, vestían camisas o blazers. 

-Aquí es –dijo el taxista.
-¿Aquí? –nos preguntamos.
-Sí, esto es Plaza Butters –respondió- de acá otra discoteca está lejos. 
-¿Y qué tal la otra calle? –dijo Miguel.
-No se los recomiendo, ayá es muy peligroso –siguió advirtiendo el taxista- además solo esto es Plaza Butters, lo demás ya es otra dirección, otra calle, otro lado. 

Miré la calle y sí, esa era Plaza Butters, había estado ahí cuando fui al Iguana Rana por el tono de una amiga de colegio y unos años después cuando fui al Barranco Bar por el concierto de diazepunk por sus 10 años. No sabía que ese mismo local tenía muchos nombres según días y fechas. 

-¿Ese no es el Barranco Bar? –le dije a Miguel- aunque esa gente no luce salsera, ni cagando, estos huevones son más de la honda de Noise. 

Miguel le dio cinco soles al taxista. Bajamos. Decidimos darnos una vuelta por la Plaza Butters, llegamos a Noise y antes de entrar, compramos una cajetilla de Marlboro de 20 y un encendedor. Vimos que había dos puertas, una se entraba con lista y la otra con invitaciones. Saque las mías e hicimos cola. Un sujeto que estaba en la puerta pedía DNI. Supuestamente el ingreso era para mayores de 21, yo no tenía problemas porque había cumplido 22, pero Miguel tenía 20. Como estamos en Perú, esas restricciones son un saludo a la bandera, es más, vi a gente que a duras penas tenía 18 años y disfrutaba del tono. Entramos, las huevas. Una chica de sonrisa angelical, estaba parada en la puerta, desglosando las invitaciones y entregando pines. Más allá, se encontraba un señor medio gordo que tenía entre sus manos un botellón enorme con un líquido medio negruzco, la botella tenía el logo de la discoteca. “¿Qué es eso?”, le pregunté. El sujeto respondió que era un combinado de varios tragos. Miguel y yo nos miramos y decidimos probarlo. No sabía tan mal, pero estaba un poco fuerte. Sentía como que mi garganta ardía. Seguimos de frente. 

Nos ubicamos al costado de la barra. En ese momento Pyramids eran los encargados de poner a bailar a la gente, aunque a esa hora había pocos asistentes. La noche recién empezaba. La gente se aproximaba a nosotros para comprar trago en la barra, en el momento menos inesperado se acercó una chica medio alta, de contextura delgada y cabello marrón. “Hola, brother, ¿puedes regalarme un pucho?, porfa”, me dijo mostrando sus perlas brillantes. Busqué entre mis bolsillos y no tenía la fucking cajetilla, le pedí a Miguel y se la entregó, la chica delicadamente sacó uno, agradeció y se esfumó con su grupo de amigas. 

Había pasado un tiempo considerable. “Oe, ¿sacamos chelas?”, le dije a Miguel. Asintió con la cabeza, le entregué veinte soles e hizo cola. Luego de unos largos minutos me entrega un vaso grande lleno de chela. “Vamos adelante, brother”, le dije. Nos fuimos hasta el escenario y pusimos nuestros vasos en la madera del estrado. 

I am Genko subió al escenario y metió unas bombas alucinantes, se lució de principio a fin. La gente empezaba a motivarse y sacaba sus pasitos de baile. Los fotógrafos subían y capturaban los mejores momentos. Entre los que bailaban, había un tipo vestido de negro, que estaba stoned, subía al escenario a hacer sus huevadas. A los minutos varias chicas, no queriendo quedarse atrás, lo imitaban, bailando como taboleras. La locura bajó cuando subió Danny Em y con su techno monótono, dio un respiro a la audiencia. Ya nos habíamos acabado las chelas. “Oe sacamos otras”, le dije a Miguel. Me respondió que sacara solo una, dándome un billete de veinte soles, me fui a la barra, volteé y vi que Miguel me seguía, “oe, anda aya para que guardes sitio”, le dije. Regresó mientras yo seguía caminando rumbo a la barra. Decidí sacar dos, total, you only live once. Son esas huevadas que nunca olvidaré, cuando me entregaron las chelas, se escuchó a lo lejos: “Hi Peru, we are Designer Drugs”. Volteé y regresé al sitio inicial, levantando las chelas para no derramarlas en el camino. 

Designer Drugs fue una locura, tocó Drop down, Drugs are in control, Zombie, Fuck the system (Designer Drugs remix), The Bloody Beetroots feat. Gigi Barocco - Volevo un gatto nero (you promised me) y otras canciones que ya ni me acuerdo, ya que mi cabeza explotó del indescriptible placer producido por aquellos deliciosos sonidos. También le metió de todo, desde Trap, dubstep hasta mixes chikielectro (EDM). En pleno set, un huevón se me acercó y me grabó haciendo mis pasitos recontra ravers, por fin, podía ser yo mismo. Aquella noche, sin dudas, me encontraba en el paraíso y el sonido que salía de esos parlantes era sinfonía que alimentaba mi júbilo.

Sin avisar se fueron. Acto seguido, los reemplazó la sur-koreana Jumi Lee y le metió un rico e interesante techno. Ya eran cerca de las 4 am y estaba cansado hasta las huevas, terminamos nuestras chelas y como las cosas que suceden, abandonamos el lugar. Faltar a la universidad ese día y al siguiente, valió la pena, tremenda fiesta, inolvidable. Increíble Noise, felicitaciones por su primer aniversario, fue un golazo traer a tremendos DJ’s. De ahora en adelante, los tendré en cuenta para pasar mis solitarios viernes nocturnos.