jueves, 26 de noviembre de 2015

Un día de mierda

“Carajo, ¿a qué hora paso?”, dije mirando los autos pasar. Luego de esperar la puta luz verde, cruzo la pista. Saco mi fotocheck del bolsillo y se lo muestro al de seguridad. Paso. En una mesa estaban sentados un wachiman y una chica. 

-Qué tal, vengo para una capacitación que va a ver en el piso 9.
-¿Capacitación?
-Sí, o sea va a ver un curso sobre seguridad y salud en el trabajo. Vengo de parte de Clementine Kruczynski, ella ha coordinado con Nancy Cubas para que reprograme la laptop. 

-Debieron haber mandado un correito.
-Necesito hablar con ella, ¿pueden comunicarse con ella?

Me miraron, se miraron, la chica llamó a Nancy, me la pasaron. Me presenté y le dije para que había venido, me dijo que registre la laptop y que suba al mezanine.

-He traído una laptop y su cable.
-¿Es patrimonial? –me preguntó el wachiman.
-No es mía, es de la división de Seguridad y Salud en el Trabajo –dije luego de pensar a qué mierda se refería.

Lo registraron. Vieron en su computadora que en efecto no era mía, me pidieron mis nombres y apellidos y mi registro, se los di, subí. Al terminar de subir las escaleras vi a ese hijo de las mil putas que se encarga de entregar cables y demás huevadas para el auditorio. Me dirigí a la izquierda y me detuve en la puerta que decía Help Desk en letra arial 36.

-Hola, ¿usted es Nancy Cubas? –dije al mirar a una flaca de unos 32 años, la única que había en ese pequeño cuchitril. 
-Sí, yo soy… ha vienes por la laptop.
-Sí.

Le pidió a un compañero suyo que suba y me ayude con mis huevadas, me dijo que ella no podía ya que tenía otras cosas qué hacer. Me llegó al pincho, lo único que quería era terminar con eso, me importaba una pichula si ella lo hacía o el otro cojudo. Aborrecí a Renato porque si él hubiera venido me hubiera regresado a mi chamba, tranquilo, como las veces pasadas, sin necesidad de irme rápido a otra sede para entregar un sobre y recoger algunas huevadas. Esa no era mi chamba, era del conchasumadre ese. Yo no había estudiado cinco años en una universidad relativamente cara y prestigiosa para hacer esas huevadas, lo mío era la gestión, manejar bases de datos, indicadores, hacer seguimiento de los cursos, apoyar en el programa de modalidades formativas, huevadas más importantes que esas mierdas que me mandaron esa puta tarde. Lo único bueno de esa tarde fue que le hice el habla a la practicante más rica y quedamos en almorzar junto a los demás pulpines y saliendo de la chamba tomar unas birras en plena vía pública. En verdad es difícil estar enojado cuando hay tanta belleza en este mundo. 

Dejé encargado la maleta con el guachimán del piso 9 y bajé. No sé, pero algo me dijo que avisara que otra persona iba a llevarse la laptop… puta madre, para qué lo hice. 

-A ver voy a consultar con mi jefe, espera pe.
-Okay..

Viene un tío con cara de estúpido. Le explican lo ocurrido..

-¿Eres de Chunking Express?
-Así es.
-¿De dónde?
-De Formación y Desarrollo, Recursos Humanos. 
-¿Y allá no te han registrado la laptop?
-No, la verdad que no.

Me dijeron que debieron hacer eso y me mostraron una computadora que decía que estaba en rojo, o sea que salió de la sede sin ser registrada. Le dije que ellos me miraron y no me dijeron ni mierda y que estaba apurado. Le mandaron un correo al dueño de la laptop y se comunicaron con seguridad de la sede donde trabajo. Luego de escucharlos hablar y de escuchar cómo me describía el tipo ese: “un jovencito, medio altito, con lentes, sí, Ignacio se llama, es de su sede, su registro es XXX6”. “¿Ya?”, dije, asentaron con la cabeza y me fui para la otra sede.

Luego de tener problemas por llevar 4 cajas inmensas de hojas y no encontrar taxi, llegué. Saqué los paquetes del taxi y le pagué al anciano. Se acercó un wachiman preguntándome si yo era Ignacio. 

-Sí, yo soy. Ya sé que quieren hablar conmigo, pero yo no hablo con las ratas, si no con el dueño del circo, más bien, ¿puedes ayudarme con estos bultos?
-No estoy autorizado para entrar con cosas.

La putamadre, ¿autorizado?, que chucha se cree, policía qué mierda. Maldito insecto. Vi a Karen que estaba entrando, ella también me vio, la saludé, me devolvió el saludo.

-Qué fue
-Nada, llamé a Clementine para que le diga a Ronaldo que baje y me ayude a pasar estas cosas pero nada. ¿Puedes ayudarme aunque sea con uno?
-Ya pe.

Entramos, yo llevaba tres cajas y un sobre y ella una caja y un sobre. Vi al pelado hijo de las mil putas y le dije a Karen que subiera no más, que yo me iba a quedar.

-Dicen que quieren hablar conmigo.
-Sí, un ratito.

Atendieron a una tía y…

-Acompáñame por favor.

Seguí al tío cabeza de pinga, me llevó a un sitio parecido a esas huevadas donde te rebuscan drogas en el aeropuerto, donde te hacen calatear. Se sentó y saco un papel.

-¿Eres de modalidades formativas, no?
-Sí, soy practicante 

¿Creían que me iba a chupar por ser practicante? O sea soy bachiller, no soy cualquier huevón, tengo estudios, no soy el jefe de unos guachimanes. 

-Dime la verdad, ¿Cuántas veces has sacado la laptop?
-Dos veces, la vez pasada no hubo ningún problema, ahora que bueno, me olvidé de registrarlo ya que estaba apurado, sé que me he equivocado, pero tampoco no me dijeron para que la saque para que sea registrada, me vieron y no dijeron nada, si me hubieran dicho algo, yo la hubiera sacado para que la registren, sin problemas.
-Sabes que no puedes llevarte la laptop sin que sea registrada, mira, de repente sales y te roban y nosotros somos los responsables.
-Sí lo sé, sé que me equivoqué, quiero que me disculpen, esto no va a volver a suceder. 
-Yo puedo reportar esto a tu jefe, estas pasándote por encima de nosotros. Mira es culpa tuya por no registrar y de nosotros por no exigirte que lo hagas, yo también voy a llamarle la atención a ellos.
-Sé que es un procedimiento que deben seguir, pero como le dije, estaba apurado y me olvidé, sinceramente pido disculpas y prometo que esto no va a pasar.
-Ya por esta vez no le reportare a tu jefe, pero ya sabes, siempre debes registrar las cosas que sacas.

Me fui. Subí y encontré a los hijos de mil putas de mis compañeros. “¿Qué fue ah?, me dicen que te estaban haciendo problemas”, me dijo la gorda tragasable. “Sí, pero el problema ya está solucionado”, le respondí. Son huevadas.