jueves, 21 de octubre de 2010

Bromas capaces de destruir una amistad

      El aburrimiento se apoderaba del día, para colmo de todos los males, tocaba química. El profesor entra y comienza su clase. Me sentaba en la fila del centro, en la última carpeta, junto a Yogui. El profesor Barrera, apodado callo en honor a su mano, pasaba por los asientos y sin explicación alguna, se paraba al final del salón, justo detrás de Yogui. Esta escena se repetía siempre que tocaba su clase, mis compañeros al darse cuenta empezaron a burlarse.
      –Yogui, ¿qué fue? ¿callo ta' templado de ti? –dijeron en grupo.
      –Oe qué hablan, no hablen huevadas –respondió
      –Nah ese weon quiere algo contigo –dijo Echia.
      –¿Ah?
      –Porque crees que se para detrás tuyo y te empieza a sobar la espalda –continuaron– Qué tal cabro, se deja manosear.
      Pasaron unos meses y me uní al grupo que se burlaba de él. Como el HI5 estaba de moda en ese tiempo, creé uno en joda, el cual, más tarde, sería el motivo de mi casi expulsión, felizmente no se concretó.
      En la clase de computación abro el HI5 para que todos observaran.
      –Creé un HI5 de cayo con yogui.
      Empiezan a leer los supuestos datos. Rieron.
      –Te pasaste de pendejo, cómo vas a poner intereses: Nada, sólo estar al lado de mi perrita y tirármelo.
      –Ta' que se me ocurrió –respondí y luego de eso solté una carcajada.
      –Pero a esta huevada le falta, con mi cel le tomaré foto, pero necesito que me pases la contraseña –dijo Echia.
      –Ya, como si las huevas.- respondí
      Acto seguido en la clase de química, esta vez en el laboratorio, Echia le toma foto a Callo cuando estaba "ayudando" a Yogui y luego lo sube al HI5. Esa página se hizo tan famosa, que medio colegio estaba agregado al HI5 "xXxporsiempretuyatamaraxXx". Ahora no sólo un grupito se burlaba de él, sino era todo el salón, hasta la más sana. Nos pusimos de acuerdo en sentarnos en las primeras carpetas y dejar a Yogui atrás, cuando Callo se acercaba, todos decían: "Mira, mira, se lo va a cachar" "pobre perrita", murmuraban los estúpidos.
      Naturalmente perdimos la amistad de Yogui, lo que comenzó en joda se agravó. Yogui, traumado por las burlas, era el primero en llegar y sentarse en las primeras carpetas, aún así siguió la joda.
      Un día cansado de ser humillado se le enfrenta al profesor.
      –¡Ya deje de fregarme! –exclamó desesperado.
      –¿De qué hablas? –interrogó el profesor.
      –Por su culpa todos me molestan –mirando a todos lados
      –Dime quienes te molestan –con las venas salidas del ojo.
      Teniendo la oportunidad de cagarnos y culpar a los que siempre lo jodían, respondió: "Todos, todos me molestan".
      Pasó el tiempo, y el hijo del profesor, agrega el HI5, indignado por esto, le cuenta a su padre, muy furioso comienza a hacer investigaciones de quienes fueron. En la hora de tutoría entra un alumno de otro salón.
      –¿La alumna Yesenia?, el profesor Barrera la busca.
      Todos al darse cuenta del fin, empezaron a temblar y desear que el año escolar acabase. Después, el auxiliar llama a Blind, transcurridas unas horas sube asustado.
      –¡Putamadre! El director ya se ha enterado, dicen que van a expulsar a los que han creado esa huevada. Ya te cagaste.
      –Ni cagando, no tengo miedo. Diré que no he sido ¿no habrás dicho nada, no?
      –Mira, el auxiliar me llevo a la sala de computo y un chibolo encapuchado abrió el HI5, y me obligaron a culpar a alguien, pero no dije nada.
      –¿Encapuchado? –reí – ¡hablas pichuladas oe!
      –Firme huevón –respirando con dificultad– obvio si alguien sabe su identidad, fácil lo masacran.
      –¡La putamadre!
      Llegó el último día de clases, como era costumbre en mi colegio, se realizaba una aburrida ceremonia de clausura. Un estúpido del otro salón le toma foto a Cayo, y se empieza a reír con su pata.
      –Dame esa cámara –dijo Callo al pescarlo.
      –Profe yo no soy –respondió el imbécil, que no sé ni como se llama, asustado.
      En ese momento Koky, Echia y yo; estábamos mirándolos de cerca.
      –¡Qué tal huevón pues! –Respondió Koky, luego de reír.
      –¿Ustedes qué se ríen? –dijo Cayo mirándonos– Ya sé quienes han sido, Koky, Rodríguez (yo), Echia, suban a la oficina del director.
      Sorprendido por las palabras, no hice caso, y me fui a otro lado, un lugar en donde no me pueda encontrar, nunca lo hizo.
      Era el final, al despedirme de mis compañeros, se acerca Yogui.
      –Oe ya fue –dándome la mano – dejemos esa palta.
      Me sorprendí por tan noble acción.
      –Claro, discúlpame, fui un imbécil.
     Nos dimos un abrazo en señal de esa amistad incondicional que tenemos, por cosas de la vida nos volvimos a encontrar en verano, y tener anécdotas que jamás olvidaremos.

PD. Este fue uno de mis primeros post, pensé que no muchos lo habían leído, por eso lo publiqué de nuevo.

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