sábado, 6 de enero de 2018

Cinco minutos en Namekusei

Tenía cerca de ocho años y me encontraba el dormitorio de mis padres con mi hermano viendo un episodio de la mítica serie japonesa Dragon Ball Z, creo que estaba en la saga de Freezer. Mi hermano es mayor que yo por seis años. Debo confesar que nunca hemos sido muy unidos, especialmente en esas épocas de niñez y adolescencia no nos llevábamos para nada bien. No recuerdo cómo ni por qué pretexto él me empujo de la cama. Lo único que se me viene a la mente es caerme en cámara lenta y golpearme la cabeza contra el falso piso que había en ese tiempo en ese lugar. Me comentaron que me llevaron a una posta médica cercana a mi casa. No sé cuánto tiempo estuve allí, no recuerdo si lloré, no recuerdo si grité, no recuerdo si me desmayé al instante, solo recuerdo despertar y ver el polo de mi madre teñido en sangre, sentirme débil, más débil que de costumbre y ver que seguía dando la batalla de Freezer en Namekusein, sé que esos cinco minutos fueron una puta eternidad, ¿pero acaso desperté al instante o estaban dando una maldita maratón de esa serie? Qué cosas de la vida. 

Luego de ese oscuro y terrible pasaje, quedé marcado aparentemente de por vida, siempre cuando me cortaba el cabello para la época escolar se notaba un huequito en mi nuca, especialmente cuando me cortaba pelado para desfilar. Fue cuando salí del colegio que decidí usar el cabello largo, no tanto por rebeldía si no porque consideraba que me veía bien. Dejé de usar el cabello largo cuando terminé la universidad y decidí buscar prácticas profesionales, ahora que me encuentro trabajando trato de cortarme el cabello al menos una vez por mes, no lo uso tan largo ni tan corto pero aquel hueco de mi nuca ya ni se ve. Podría creer que fue un mal sueño, qué como dice el personaje de Joaquin Phonix en Her: “El pasado es una historia que nos contamos a nosotros mismos”, pero es imposible que lo haya sido, esas cosas son imposibles de olvidar.

PD. Este año decidí volver a escribir, así que si no tengo la sabrosura de antes, perdón, pero la escritura es práctica, prometo volver a darles historias de calidad y algunas con mucha pastrulada. Amigos, cultos lectores, seres humanos en general, ¡prepárense!