martes, 13 de diciembre de 2011

25 años después

Luego de mucho tiempo volvía a los Olivos, aquel lugar donde cada sábado era infaltable algún festival rockero de la movida subterránea. Salía del Mega Plaza junto a Miguel, un amigo que conocí en las etapas de indecisión y futuro incierto (épocas de la pre), rumbo al concierto por los 25 años de Psicosis. Las calles me resultaban irreconocibles, el cielo más gris que nunca, los mecánicos y pirañas por doquier, mujeres nada atractivas. Luego de unos largos minutos llegamos al Honey. Me resulto extraño e inimaginable que las afueras del local estuviese vacio. Rápidamente venían recuerdos a mi mente, un mar de personas vestidas de negro, fumando, tomando, haciendo la calle su hogar.
Me acerqué al gorilón de la puerta y le dije que era el ganador de un concurso por facebook y por ende, tenía pase libre. El descerebrado sujeto me llevó hacía uno de los promotores y luego de intercambiar algunas palabras y ver que mi nombre, en efecto, estaba en lista, entré. Miguel tuvo que pagar entrada como cualquier mortal.
Harta bulla, tonadas monótonas, la tía vendedora de sándwiches, grupos de amigos, enamorados, ganes, pogo en medio del local, cerveza Brahma, el tío vendedor de fallos, son imágenes que evoco al escribir este intento de crónica. ¿Fue diferente este concierto? Sí, sin duda, el local estuvo medio vacío hasta la noche, la gente de la vieja escena se mescló en la sociedad, algunos, como yo, volvieron después de largo tiempo, hubo muchas, muchas caras conocidas, gente con su primer pogo, un asco por cierto, un pogo con harto salto, ¿dónde está el pogo true punk o el pogo de vueltitas? Pero bueno, gente viene y gente se va.
Llegamos cuando estaba tocando De la Nada, lo único bueno fue su famoso “Llantos y sonrisa”, canción que animó a la gente a armar un buen pogo. Posteriormente, subió Aeropajitas con su buen punk rock, tocó las canciones de siempre. Luego subió 40 gramos, tocaron sus canciones antiguas, realmente me hicieron recordar épocas de colegio, cuando hacía mis tareas escuchando el álbum “Jugo de naranja”, fue la primera vez que me agradó tanto una presentación de los 40 gramos. Inyectores y Tragokorto no lo hicieron nada mal. Terreviento con sus locuras, gritando “todos calatos, carajo”, tocando “bala perdida, “maldita hermosa”, incentivando que la gente haga suya las canciones, si es que lo intentó, lo logró.
Fue un concierto distinto pero me gustó, no, mentiría, me encantó. Aunque no haya escuchado a Diazepunk o Valerie Series o bailado ska con Psicosis, estuvo estupendo, quizá faltó un agresivo Serial Asesino, un multigénero Difonia o un chikipunk 6 voltios. Pero bueno pues, no todo se tiene esta vida. Asistir al concierto me hizo sentir vivo de nuevo, no me arrepiento de volver a lo que era antes, quizá con mucha universidad particular y sitios que no solía frecuentar, me había convertido en lo que antes repudiaba, nunca es oportunidad de cambiar o, bueno pues, volver a sus orígenes.

1 comentario:

  1. Adweblink:

    Bueno, empezaré a utilizarlo, espero ganar aunque sea un sol por estos garabatos virtuales. Gracias por el dato.

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