viernes, 23 de julio de 2010

La falsa pituca

      Como habíamos quedado, esperaba a Kelly en el asiento ubicado frente a la puerta principal de la universidad. Cabe resaltar que soy una de las personas más impacientes del mundo y, sin celular, me sentía vacío, perdido en el tiempo y el espacio. Cansado de esperar entré a la universidad y al momento de salir, la encuentro sentada en el mismo lugar que estaba sentado esperándola.
      -¡Hola! -le dije dándole su respectivo beso en la mejilla.
      - Hola Christian -respondió-. ¿Recien vienes?
      -No, nada -dije-, estuve esperandote casí veinte minutos.
      -Disculpa -atinó a decir-, es que Lucía me dijo que me tomara mi tiempo ya que te ibas a demorar.
      -¡Pucha! -disgustado- Fue pues.
      Llegamos al paradero y tomamos un carro a Angamos, luego, otro al puente Aramburu. "¿Aqui es?", dijo Kelly. Asentí. En la esquina se acercaba a raudos pasos  Lucía que llevaba en las manos un celular.
      -¡Hola chicos! -dijo entusiasmada- está empatando Paraguay.
      Sonreímos y nos dirigimos a su casa. Teniamos que hacer un video para el curso de Administración II, el único problema era que nadie había traido cámara.
       De San Isidro nos fuimos a Surquillo en busca de una cámara. Fue un cambio rotundo, de los edificios y centros comerciales elegantes de San Isidro, llegamos al mercado de Surquillo. Un lugar pintoresco, por cierto; venderores ambulantes haciendo su agosto, las calles sucias sin iluminación.
      Nadie nos queria prestar o alquilar  una cámara. Lucía pensó rápidamente en Fernanda. Aquella chica que tenia un círculo cerrado en la universidad, que seleccionaba a sus amistades y se creía de la "high life".
      -La vez pasada vi a Fernanda ayudando a vender a su mamá por aquí -dijo Lucía.
      -¿En serío? -dije incrédulo.
      -Ella tiene cámara -dijo Kelly-, ojalá nos preste.
      Caminado, llegamos a su puesto y la llamamos, ella, avergonzada, salió a saludarnos. En su rostro se apreciaba un terror atroz. Esa reputación que se había creado había sido destrosada por nuestra visita.

PD1. Esa gente que se cree la gran cagada, es la gente que se jacta de lo poco que tiene y cegados por el ambiente se crean falsas realidades, quimeras.
PD2. Lástimosamente en mi universidad, abunda gente así, ¿qué se puede hacer, pues?
PD3. Historia basada en la vida real. Lo único que cambié fue los nombres de los personajes para no chocar con nadie.

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